Hay robotizados, ecosustentables y basados en preceptos religiosos o estéticos. Esta diferenciación le suma hasta 30% al precio final.
Más allá de los amenities que incorporan los desarrolladores a sus inmuebles para ofrecerlos en el mercado, el auge de los edificios temáticos, es decir, aquellos emprendimientos pensados y diseñados bajo lineamientos que les imprimen un sesgo distintivo, también ganó su lugar en el real estate porteño.
Así surgieron en la Ciudad edificios que sumaron a su oferta componentes ligados al marketing y la sustentabilidad tales como la ecología, la domótica (edificios inteligentes) y el feng shui. Un poco más alejado de esta tendencia, pero sin perder el hilo conductor de la movida, surgió un edificio destinado a la comunidad judía ortodoxa.
“La tematización es una tendencia que también se da en otras partes del mundo. En EE.UU. va de la mano de la especialización del producto inmobiliario, como por ejemplo, los edificios pensados para la tercera edad. En Europa, la temática se liga a marcas de lujo como Bulgari o Armani”, explica el consultor inmobiliario Damián Tabakman. “La idea apunta a marcar sutiles diferencias respecto de los demás proyectos del sector y puede repercutir en un incremento del 20 al 30% en el precio de la unidad”, agrega.
Con cuatro edificios construidos desde 2004, la firma Feng Shui Homes fue pionera en la Ciudad en incorporar esta modalidad que sigue las leyes del milenario arte de decoración y arquitectura chino que procura favorecer a quienes habitan una casa. Entre sus características, se destacan el uso de colores y elementos relacionados con el fuego, la tierra, el metal, la madera y el agua. Ana Cabuli, responsable de la compañía, señala: “Cuando nació la desarrolladora estudiaba el arte del feng shui por lo que aplicamos esta modalidad con eje en la energía. En los cimientos de los edificios colocamos muestras de los cinco elementos. También decoramos las entradas con paredes agua, colores intensos, octógonos de metal, símbología oriental y cañas de bambú”.
Desarrollados por la firma Maral, en Córdoba 2762 se levanta Maral 53, el primer edificio diseñado para la comunidad judía ortodoxa. En sus unidades de 250 m2, se destacan las cocinas con doble mesada para no mezclar leches y sus derivados con la carne, tal como lo indica la tradición kosher. Cada unidad tiene dos heladeras, dos hornos microondas y dos piletas. El edificio cuenta con ascensores sabáticos (trabajan automáticamente desde el viernes a la noche hasta el sábado a la noche). Lo mismo sucede con el encendido de las luces de los palliers y además tiene gyms diferenciados por sexo.
Mulieris Puerto Madero es uno de los primeros proyectos inteligentes del real estate local. Desarrollada por Creaurban, la torre el edificio ofrece a sus propietarios la posibilidad de domotizar cada una de sus unidades. Considerada la domótica como el sistema que automatiza las instalaciones de un hogar, los propietarios de la torre podrán programar el encendido y apagado de las luces del inmueble, encender la calefacción o la refrigeración a distancia, lo mismo que los controles de seguridad. Otra posibilidad que permite esta tecnología es la de ver cómo se encuentra el inmueble a través de la Web.
El primer emprendimiento de la Ciudad en tener una pre-certificación de edificio sustentable otorgada por Green Building Council es el Madero Office, desarrollado por Raghsa, que se erige como la punta de lanza de una tendencia que ya se instaló en la Ciudad y que hace del ahorro energético, el cuidado del agua y de la calidad ambiental interior el eje de la cuestión. Entre sus características, se destacan la recolección, almacenamiento y reciclado del agua de lluvia, frentes vidriados que permiten aprovechar la luz natural y el uso de materiales en interiores sujetos al control de la emisión de contaminantes. La diferenciación ya comienza a tallar en el mercado inmobiliario.
FUENTE: PERFIL.COM